Ignacio nos trajo esta Transpireneique de fabricación francesa, matriculada en León en 1951, perteneciente al abuelo de su mujer. Estuvo muchos años olvidada en un trastero. Comenzó siendo una bici de carreras pero el dueño de la bici, herrero de profesión, se fabricó algunos componentes para convertirla en bicicleta de paseo y usarla para transporte. Años después, decidieron rescatarla y darle una nueva vida.
Que pasada, que barbaridad, que maravilla. Artistas! que sois unos artistas!
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